miércoles, diciembre 31, 2008

El guardián entre el centeno

[...] De pronto recordé una cosa. Un día, en el cine, Jane hizo algo que me encantó. Estaban poniendo un noticiario o algo así. Sentí una mano en la nuca y era ella. Me hizo muchísima gracia porque era muy joven . La mayoría de las mujeres que hacen eso tienen como veinticinco o treinta años, y generalmente se lo hacen a su marido o a sus hijos. Por ejemplo, yo le acaricio la nuca a mi hermana Phoebe de vez en cuando. Pero cuando lo hace una chica de la edad de Jane, resulta tan gracioso que le deja a uno sin respiración. [...]

He marcado decenas de párrafos de este libro, igual que del libro "La conjura de los necios" pero realmente es una estupidez copiarlas aquí, así que intentaré no hacerlo demasiado.